Desde Ecuador, adherimos a los cuatro puntos básicos de la campaña STP-2012, pero reflexionamos acerca de las particularidades de nuestro contexto nacional.
El vacío legislativo que la temática transexual presenta en nuestro país, se constituye en una oportunidad de no cometer los excesos europeos de sobre-regulación, que terminan coartando la libertad de las personas, sobretodo, cuando se plantean desde una óptica de normalización binaria de las personas trans; es decir, desde el esfuerzo de las instituciones médicas y jurídicas de los países por convertir a l@s ciudadan@s trans, a toda costa, en "hombres" o "mujeres".
Denunciamos que la extrema regulación europea, y la extrema desprotección en un país como Ecuador, en que la gente muere en la práctica cotidiana de la auto-intervención corporal, son dos caras de la misma transfobia.
Exigimos al Estado ecuatoriano, garantizar el derecho de las personas trans a la salud en cuerpos distintos, y el ejercicio pleno de la identidad de género desde nuestros matices y expresiones culturales
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